Ningún diálogo es "diálogo de sordos", por más que lo parezca.
Hay personas que tienen un ego más grande que otras y no reconocerían la dosis de 'verdad' que hay en las palabras del interlocutor
(interescribiente en nuestr@ caso). Sin embargo, en la intimidad del silencio puede que algo nuevo hayan aprendido en el intercambio
de ideas, sobre el mundo o sobre sí mismos en el mundo.
Todo diálogo, todo intercambio de ideas y opiniones es positivo, por más que así no lo parezca. Todos aprendemos de todos, todos
enseñamos a todos; con nuestras conductas y con nuestras palabras.
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