La felicidad es como los dioses, cada uno dispone de un concepto distintos, o como diría Viento como los culos, cada cual tiene el suyo.

Y con tanta variante y ante emociones tan abstractas nada se puede determinar, aunque existen distintos estudios a estos respectos, dependiendo de quienes los hayan encargado, pues otorgan la felicidad a unos o a otros de forma interesada.

A mí no es que mi ateísmo me procure felicidad, es que soy feliz y punto pelota.