¡¡Por favor señores!! Estamos delante de una señorita. No le vayan a decir lo que decía Darwin sobre sus caninos. Si bien en ella es un signo de macaco, en el hombre la cosa es más disculpable.
El hecho que me han garantizado de que algunas veces tienen las mujeres caninos muy salientes no constituye, pues, ninguna seria objeción contra la idea de que su aumento ocasional en el hombre sea un caso de reversión hacia un antecesor simio humano.
Ivette, tú no te mires al espejo que la gente normal pensamos que Darwin estaba zumbado.![]()