Pues parece ser que es tanto el anhelo de que todos estén bautizados, que Gandhi no podía dejar de tener el bautismo, aunque fuera luego de su muerte, y sin la aprobación de los familiares que quedan vivos.


Me parece una ridiculez: el que alguien, en el año de 1996, haya procurado hacer un bautismo por Gandhi ... eso no va a cambiar en nada la visión de Dios hacia este noble personaje hindú.
Entre Dios y este hombre está la cosa ... el bautismo ese, ni corta ni pincha, ni influye en lo más mínimo.