Cita Iniciado por pablo ramos Ver Mensaje
Le eché un ojito a todo de nuevo, y medio como que hay subyacente de que "todo es según el cristal con que se mire". Y aunque algo hay de cierto, tampoco es todo cierto.
Hace unos años, quizá 6 o 7, la FAO produjo un informe señalando que se podía acabar con el hambre en el mundo sobre la base de una disposición de unos 50 mil millones de dólares. Elevo el informe a la ONU, con un plan concreto, incluyendo desde regadíos a educación, en fin, completito. A lo mejor no era el mejor plan, pero algo debe haber tenido, porque la ONU lo aprobó, y se dirigió a los países namber uan para solicitar el esfuerzo. Grandes agarradas de cabeza de los países namber uan, indicando que no tenían semejante cantidad, etc. Poquitos años después, la crisis. ¿Alguno tiene una idea, remota, de cuanto pusieron los países namber uan para garantizar a los bancos, quedarse con bancos, ayudar a los bancos, solventar a los bancos, etc? Y esto contando con que algunos bancos -pocos, en verdad-, han hecho algunas devoluciones de aquellas ayudas, subvenciones, compras, etc. ¿Diez, veinta, cincuenta veces más?. Averiguar. ¿Lógico, no?.
A lo que voy, es que los sistemas de análisis, como la lógica, etc., en última instancia deben -o deberían- estar presididos por algunos valores que, más o menos, son comunes a la inmensa mayoría de la especie humana.
Y final: ¿Alguno conoce la historia de la "lógica del caracol"? Bichito muy anterior a la especie humana, y seguramente posterior a ella. Un tipo que se llama Illich, un austríaco que creo que se murió en Mexico, la narra muy bien. Y dificilmente pueda ser tachado de comunista, que, ya se sabe, es inhabilitante.
Chau
Yo creo que el comunismo es el que inhabilita y se hace a sí mismo incompatible con otras formas de pensamiento. En esencia debería ser la forma perfecta de gobierno en la que se repartiese la riqueza entre las personas atendiendo a las necesidades sociales.
Pero ¡Lógicamente! Entramos en colisión con las miserias humanas: La codicia, el ansia de poder, la ambición desmedida y la “soberbia ideológica” en la que no cabe el pensamiento individual, ni otro credo que compita con el oficial.
La lógica nos dice que no hay en el mundo nadie que no vea con buenos ojos que se trate de evitar el hambre y las desigualdades en el mundo, pero la lógica también nos deja ver de forma evidente el fracaso de la aplicación de los principios comunistas en los diversos regímenes en los que ha sido puesta en funcionamiento. ¿Ha fallado la teoría o la práctica? ¿El diseño o la ejecución? Si sobre el plano, el proyecto es bueno, ¿por qué todos los edificios se vienen abajo? Sencillamente porque la teoría comunista presupone el sometimiento del individuo a la generosidad y a la solidaridad absoluta, asunto que la lógica nos ha demostrado falso de raíz.
Los liberales, los comunistas, conservadores y gentes de todo pelaje, están “individualmente” a favor de ese pellizco de la FAO en favor de los desfavorecidos, pero las sociedades ayudan a encubrir los buenos principios de los individuos para transformarlos en “egoísmos nacionales” en los que se juega, no sólo esa ayuda al necesitado, si no la propia supervivencia frente al electorado de ese gobierno que la tiene que otorgar.
Decir, que por ser comunista, se ve con buenos ojos esa generosidad, mientras que el resto de las personas ni se paran a considerarlo, es ver el problema con unos prismáticos del revés. Individualmente poca diferencia ideológica hay entre las personas, las necesidades individuales son idénticas, las inquietudes cercanas en unos y otros, la generosidad para con los nuestros también parecida. El problema empieza cuando tratamos de conseguir que un determinado grupo, comunidad o nación vayan por el camino que nosotros, con nuestra “superioridad moral “ les impongamos.
No es lógico pensar que sólo es uno mismo el que siente la necesidad de erradicar esos problemas, y no es lógico tampoco, entender que nuestra ideología es la única que es sensible a las desgracias de los demás. Las ideologías no son solidarias, ni generosas ni especialmente bondadosas. La generosidad es una característica del individuo que la masa se encarga de fagocitar, por tanto, dejar la solidaridad en manos de gobiernos, regímenes o ideologías es el error y escusa que lleva usando la humanidad desde sus principios para lavar la conciencia individual de cada uno y así seguir disfrutando de nuestros bienes totalmente limpios ya de responsabilidades personales.


Un saludo