Cita Iniciado por Loma_P Ver Mensaje
Muy mal ejemplo, porque el que sacaría esa conclusión serías tú, no yo. Para ti la creación de la casa correspondería a dios, para mí a los hombres ...

Y según Enoc el hijo de Noé los ángeles mencionados en algunos textos apócrifos judíos y según algunas denominaciones cristianas, también se enamoraron de las hijas de los hombres y tras hacer un pacto con ellos también se casaron y engendraron hijos con ellas. La teología sistemática sostiene que algunos ángeles cayeron por lujuria para mezclarse con las hijas de los hombres, mientras que otros, según esta teología, cayeron por enseñar a los hombres el arte de la guerra y de la creación de las armas, por mostrar otra serie de conocimiento que creó el desequilibrio y violencia entre los hombres.

Satanás fue un ángel de Dios, exactamente un querubín, pero su orgullo y afán de poder le llevó a rebelarse contra Dios para ocupar su lugar, lo que motivó su expulsión del Cielo junto a los ángeles que le seguían en la rebelión. A partir de entonces se convirtieron en demonios.

Los ángeles ya existían y son herencia de otras mitologías mesopotámicas antiguas. No son exclusivos de la cristiandad.
Pues lo mismo que para tí corresponde la edificacion de la casa a los hombres (porque no se edifica sola) para mi la edificación de "casa de la humanidad" corresponde a Dios.

En cuanto a los ángeles su expulsión del cielo permanentemente a la tierra,no fué antes de la creación del género humano.
En el libro de Job,todabía se ve a Satanás asistiendo a alguna asamblea junto con los demás ángeles de Dios.
En el libro de Apocalipsis se ve a Miguel y sus ángeles expulsando a el Diablo y sus demonios del cielo permanentemente a la tierra. Pero se ve que en la tierra existen humanos que son adoradores genuínos de Dios.

"Porque ha sido arrojado hacia abajo el acusador de nuestros hermanos, que los acusa día y noche delante de nuestro Dios.Ellos lo vencieron gracias a la sangre del Cordero y gracias al mensaje que proclamaron, y no amaron su vida ni siquiera al enfrentarse a la muerte", Apocalipsis 12:7-11.