Cita Iniciado por tomas0402 Ver Mensaje

Dicen los evangelios que un discípulo de Jesús cortó la oreja a uno, y Jesús se la restituyó. Y el discípulo se “fue de rositas”.

Cabe algo más absurdo. Al instante, ese discípulo hubiera sido atravesado por la espada de un soldado de la escolta.
No necesariamente, Tomás.
Parece que era crucial, por el contexto en que se dieron las cosas, mantener el arresto en sigilo y evitar una batalla campal.
Es triste decirlo, pero la oreja de un soldado, para ese contigente, era quizá lo menos importante. Quizá si hubiera sido el tribuno...

Quizá Jesús hubiera permitido el uso de las espadas en caso que sus discípulos hubieran sido atacados directamente.
Muchos Mensajeros de Dios han esgrimido las armas o hecho que el pueblo las esgrima en defensa propia.
Pero entregarse pacíficamente al contingente que lo buscaba era una manera de evitar el derramamiento de sangre de sus seguidores.