Desde luego es una penaque después de haber conocido el Evangelioy sus misericordiosos mandamientosen este siglolos hombres quieran angular los mandamientos del Evangelio es una pena.
Desde luego es una penaque después de haber conocido el Evangelioy sus misericordiosos mandamientosen este siglolos hombres quieran angular los mandamientos del Evangelio es una pena.