Jesucristo no estuvo sujeto a las leyes del viejo testamento que mandaban a los hombres penas de muerte, guerras, genocidios, sacrificios y esclavitud. Jesucristo abolió del viejo testamento todas esas leyes de muerte y de esclavitud.
Y las abolió porque no eran verdadera Ley de Dios, no eran la Ley que Dios había dado a Moisés, sino que eran leyes contrarias al Evangelio y una carga insoportable. Por eso nos dice Colosenses 2:14 que fue clavada en al cruz el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria.
Los mandamientos que recibió Moisés son los mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio.