Recordaré los diez puntos que inevitablemente esgrimen los ateos militantes a la hora de hacer apología de su "fe" para atacar a la Iglesia.


1º.- Cualquier falta o delito que haya cometido una persona perteneciente a la cristiandad, no es un delito de esa persona, es un delito que han cometido todos y cada uno de los creyentes.

2º.- Inevitablemente la Inquisición hará acto de presencia

3º- El Papa, El Vaticano y todas las riquezas artísticas que allí se encuentran será un punto fundamental de su discusión

4º.- El "modelo" de familia, la libertad sexual, la homosexualidad, el lesbianismo y todo tipo de aberraciones sexuales serán esgrimidas como fundamento del error del creyente.

5º.- Para el ateo militante el creyente SIEMPRE es un "facista".


6º.- Los peores hombres de la historia han sido católicos: Hitler, Stalin, Castro, Lenin, etc. según él, lo fueron.

7º.- La Biblia tiene contradicciones.

8º.- Jesucristo es una persona de la que hay dudas de que existiera.

9º.- El ateo militante apoya TODO lo que el marxismo apoya.

10.- El ateo militante SIEMPRE MIENTE.


Los tres últimos puntos ya han sido ampliamente debatidos. Sin duda alguna, la militancia atea ha dado fe de lo ciertos que son estos tres apartados y de la realidad que esconden.
Podemos a partir de este momento volver al orden inicial y empezar por el principio siguiendo el orden correlativo.

Ya sabemos que el marxismo es el sustrato mental del ateo militante. Sabemos que la mentira no es más que la misma estrategia que sigue tanto en política como en cualquier aspecto que debata; la religión no es más que otro eslabón en la cadena hacia el totalitarismo sectario.

La agresión mal disimulada, la violencia en el insulto (incluso contra los que no están) dan muestras de una ideología ampliamente aceptada en el trasfondo de cada frase en los textos de los ateos militantes.
La figura de Jesús de Nazaret se sustituye por una quimera mundana fundada por un grupo de filósofos que tuvieron su razón de existir en un tiempo lejano que tratan de revivir algunos trasnochados que se despiertan todos los días inventando una nueva pólvora para alimentar los cañones del odio y el sectarismo radical.

La libertad, de conciencia, de culto, ideológica o económica, no tiene cabida en las mentes de estos discípulos de lo imposible y lo anacrónico. Gente trasnochada y pagada de sí misma, que ve en su propia insignificancia y malestar, el fracaso de toda una sociedad que no sabe ni que este desgraciado existe.

Sentimientos confundidos que se entrelazan. Odio, venganza, envidia, rencor, complejos o frustraciones que tienen una proyección personal y que son caldo de cultivo para extremismos consoladores y anunciadores de un próximo mundo mejor donde serán los "desheredados" de la tierra los que marquen el camino de los que ahora son sus "explotadores".

Dejemos de momento del marxismo de lado y prosigamos dentro de la mentira y la ofuscación de estos pobres ateos militantes.


Un saludo.