Las exigencias materiales las produce la sociedad y hay una rotura entre las exigencias de la sociedad y de la Naturaleza. La gente sueña con ser buena y merecedora de un premio (por las dudas) pero sabiendo de no merecerlo. Por eso las religiones orientales son màs coherentes en ese sentido; vinculan a Dios con la naturaleza y se enseña a respetarla. Las cosas materiales para ellos es secundaria.
En mi caso, estoy feliz de esa necesidad de cosas materiales de la gente porque aumenta mi trabajo, pero, por otro lado, no sueño con premios especiales de parte de la parca.
Sin duda un soñar o desear un premio en el màs allà surte buenos efectos en el comportamiento de la gente.