El problema Abrlan es que la gente sólo denuncia el maltrato animal cuando lo ve con sus propios ojos o cuando les conviene. Si no nos conviene guardamos un cómplice silencio para justificar nuestros gustos.
Mucho se ha hablado aquí de la sociedad de consumo, de que todos buscamos comer bien y muy barato. Comer bien y barato es forzosamente abaratar costes en la cría de los animales y en su cuidado. Aquí verás a gente criticar que se mate a un toro de lidia en cinco minutos y peleando después de haber dejado al animal vivir a sus anchas durante cuatro años, pero no verás a nadie criticar que las vacas que se usan para el consumo, jamás vean la luz del sol, jamás puedan correr por el campo o jamás sepan lo que es la libertad. Si te hablo de los pollos de granja, ya ni te cuento.
En esto lo único que hay es política e intereses. Si a mi política no le interesa que haya determinada fiesta porque soy un intolerante y radical, critico esa fiesta mientras que me hago unas chuletas de carne argentina en una parrilla. Sólo unos pocos defensores de los animales son coherentes con lo que defienden. Aquí sí hay alguna chica que lo es, pero la mayoría de los que condenan el maltrato a los animales, condenan sólo la parte que a ellos les conviene en su egocentrismo.
Cualquier animal de consumo, sufre una vida mil veces más horrorosa que un animal como el toro de lidia (por ponerte un ejemplo) pero es sólo el toro de lidia el que es criticado por comunistas y demás gentes de mal vivir. ¿Sabes por qué? Porque toreros hay muy pocos, pero gente que le gusta comer carne MUY BARATA aunque eso haga sufrir a los animales, somos casi todos.