Socorp sigue en la misma posición de la que gustosamente nos acusa a los ateos, incapaz de asimilar nuevas ideas y solo escuchándose el mismo. Y no todos los ateos somos así, que debe haberlos con seguridad, pero solo hay un Socorp y obviamente es así.
¿Existen los dioses? Si, existen. Existen como conceptos, como ideas, como esperanzas, como sueños, mas allá de eso no existen. Y la pregunta debe ser en plural, nunca en singular, porque hay en el imaginario humano una enorme cantidad de dioses de todos sabores y colores, y desacreditar uno o algunos en beneficio de otros o de unos solo es una gran muestra de intolerancia.
Conocer y entender nuestro entorno es una necesidad humana básica. El miedo a la muerte es el miedo primordial. Combinados cubren el inicio y el fin de la vida, y hay que llenar el espacio entre estos dos hechos. El concepto de los dioses es, debe ser, muy antigüo. Pero nace de la suposición y se mantiene por la tradición. Ha cambiado, han nacido y desaparecido cientos de dioses, y no fue, ni es, un proceso para encontrar uno verdadero, sino uno mas conveniente. El concepto de dios y la parafernalia en torno a los dioses ha cambiado, ha aumentado de acuerdo a miles de conveniencias. Por cientos de años fue la respuesta mas adecuada a las inquietudes humanas, pero poco a poco se ha creado una opción mas adecuada y que proporciona mejores respuestas. El porque persiste y con mucha fuerza aun es dificl de dilucidar, pero entre las razones mas seguras están la ignorancia, la tradición y el adoctrinamiento. Y debo añadir que por la sincera esperanza de muchas personas de que las cosas que la religión pregona sean ciertas. Grandes beneficios seguramente ha tenido el concepto de dios y la religión para la humanidad, y grandes perjuicios también. Lo mismo para cada individuo involucrado en tales cuestiones. Y yo soy de que los que consideran que el saldo es negativo, que son mas los daños que los beneficios, sobre todo porque estos últimos naces de algo falso y podrían buscarse algo que les cause menos daño. Y su utilidad real es cada vez menor aunque ganen adeptos cada dia.
Al final del dia, el ser humanos, como cualquier animal en este planeta, solo puede nacer, crecer, reproducirse y morir. Todo lo demás solo le sirve para no aburrirse en el proceso.