Cita Iniciado por tomas0402 Ver Mensaje
El poder de la oración.

Como las veces que fui desoído fueron tantas como las veces que solicité algo por medio de la oración, llegué a caer en una profunda decepción.

La solución llegó cuando un día me encontré con un viejo amigo de juventud.

Entre las muchas cosas que hablamos salió el tema de la oración. Mi amigo, una vez se percató de mi decepción en este tema, fue contundente y explícito: “Tomás, la oración no se basa a qué santo le roguemos, ni que grado de fe pongamos. Se basa en qué solicitemos”.

Ante mi asombro, mi amigo habló con determinación y seguridad: “Tomás, voy a hacerte una demostración. Como vives en Madrid, reza todas las noches pidiendo que al día siguiente no haya cocodrilos en la puerta de tu casa. Pasado un mes me llamas con los resultados”.

Han pasado dos meses y puedo decir que mi amigo estaba en lo cierto. Ningún día he visto cocodrilos en la puerta de mi casa.
Tal cosa sucede con las supuestas curaciones milagrosas. El cuerpo humano tiene la capacidad de sanar de forma natural de innumerables enfermedades. Sin embargo, basta que una de estas curaciones naturales haya coincidido con la plegaria a algún santo, para que la curación natural pase a formar parte de las curaciones milagrosas de ese santo.

Basta recorrer las incontables ermitas de santos y vírgenes milagrosas repartidas por toda España, y observar los curiosos exvotos colgados en sus paredes para comprobar que esto es así.

Nunca encontré exvoto alguno que se refiriera a la restauración milagrosa de una pierna o brazo a alguna persona carente de algo así. Eso sí sería un auténtico milagro; lo demás: cuentos chinos.

Resumiendo: Que en la puerta de mi casa no habrá cocodrilos, rece o no rece.