La Guerra de los Clones


El Israel antiguo inició como una nación politeísta que luego se corrompió; los venenos del Odio se ramificaron con el Poder; sí, el Poder, el grado más bajo de la Potencia. Así comenzaría el Mal a propagarse.
Aparece una peculiar Religión Monoteísta que mezcló sus biblias (tradicionales religiosas) y unió sus dioses, El y Yahvé en un solo dios. Hasta ahí una maniobra astuta pero vieja y conocida, nada muy relevante, claro, hasta griegos y egipcios gustaban de ver el casamiento de algunos dioses por necesidades políticas.
Yahvé no es el mismo El. Ellos eran dos deidades diferentes que fueron sintetizadas en una. ¿Qué trajo consigo este casamiento que otros no? Como simbiosis divina podría haber sido igual el resultado al de Atum-Rah.
Originalmente, Yahvé era el dios de guerra, la deidad de “Yahvismo” , una religión beduina muy antigua de Arabia. Su nombre es muy posible que sea el diminutivo de “Yahvé Sabaot,” lo cual significa “él forma ejércitos.”
Hablamos de un casamiento diferente a otros, una fusión que prepararía el próximo kaliyuga, la guerra en la humanidad a niveles muy tóxicos y llenos de engaño, odio, contaminación.
Una referencia acerca de esto se puede encontrar en Éxodo 15:3: “Yahvé es un guerrero; Su NOMBRE es Yahvé.” Él es el Dios exclusivo de los Hebreos (Éxodo 7:16) y es él quien juega toda clase de trucos y castiga al Faraón y a los egipcios. Igualmente es Yahvé quien actuó como el comandante cuando los israelitas, guiados por Moisés y luego por Josué, invadieron nación tras nación, masacrando sus habitantes, saqueando sus pueblos y fue Yahvé quien prometió hacer a Israel victorioso sobre sus enemigos y quién prometió sus tierras a los judíos (Éxodo 23:27-33).

El “Yahvismo” era una religión de Judá, la tribu que se estableció en las regiones del sur de palestina y de ahí se debió haber expandido al resto de Arabia. Yahvé era básicamente un cacique que estaba muy preocupado en encontrar nuevos hogares para su clan y en ayudarle en sus guerras. La versión antigua del Yahvismo era la religión de la Antigua Arabia.
Como egregor empezó débil, pero estaba decidido a proclamarse Dios único y a someter al Mundo a su crueldad y orgullo desmedido.

Sin embargo, “El” fue el dios de Jacob. “El” se adoraba en Padán Aram de donde venía Jacob. Por lo tanto, los Israelitas son originalmente arameos y “El” era adorado en el reino de Israel. Salmo 82 no deja ninguna duda de que de hecho “El” y Yahvé son dos dioses diferentes. Ese corto capítulo es la minuta que se tomó en el consejo de dioses donde Yahvé presidía. Estos son todos los hijos de “El,” el Altísimo. Yahvé está amonestando a los otros dioses, reprendiendo y despidiéndoles por ser ineptos y poco sumisos, YHWH siempre quiso todo el trono para él, necesitaba títeres obedientes.
En efecto, él les recuerda que ellos son los hijos del Altísimo (Elion). Esto aclara que Yahvé no es el Altísimo. El Altísimo es El o Elion, el padre de Yahvé y el padre de todos los dioses de la región. Al final, él declara una condenación ominosa a sus dioses hermanos y les advierte que ellos iban a morir como los mortales.
La Biblia no dice si esos dioses realmente murieron, pero Yahvé (el Señor) clama que se levante el Altísimo (Elion) y juzgue la Tierra, pues todas las naciones pertenecen a él. Salmo 82:6-8 (NVI): “Yo les he dicho: Ustedes son dioses; todos ustedes son hijos del Altísimo. Pero morirán como cualquier mortal; caerán como cualquier otro gobernante. Levántate, oh Dios, y juzga a la tierra, pues tuyas son todas las naciones.”

Devorando todos los dioses de la región, condenándolos a muerte y monopolizando el poder en las manos de “El” debió haber sido un movimiento político por Israel para imponer su hegemonía sobre las demás naciones. Pronto Odín caería bajo las fuerzas del Mal así como otros dioses mayores de otras regiones. La crueldad no tendría límites cuando el objetivo era el Poder.

Es posible que esa decisión se tomó durante el reinado de Jeroboam I de parte de Elion para establecer la superioridad de Israel sobre Judá y muy posible sobre las otras naciones. Aunque el Salmo 82 está políticamente motivado, su implicación en la historia del monoteísmo y las subsiguientes religiones monoteístas es inmensa. Desde ese momento, Elion, el dios del cielo, el Altísimo por sí solo ha de reinar el mundo entero, sin ayuda de ningún intermediario. La sed de sangre y hambre de poder serían difíciles de frenar.
Este salmo no arranca con el monoteísmo de inmediato, sino que primero nivela el terreno para el reinado de un dios sobre todas las naciones. Con ese salmo queda sembrada la simiente del monoteísmo, pero el fruto de eso será cosechado cuando Pablo viaje a Roma y Atenas para presentar el dios judío como el dios de toda la humanidad y como el mismo dios que era adorado por los ciudadanos atenienses y romanos (Hechos 17:22,23).
Un egregor para conquistarlos a todos, la homogeneización había comenzado, y con ella la clonación. Volver a las personas extensiones clones unos de otros era un trabajo bélico de mucho esfuerzo. Pero ante La Diferencia: bendición del Devenir - sería pues La Repetición: maldición que desea copias para forjar verticalidad, asesinar cualquier horizontalidad.

Los versículos en Deuteronomio 32:8 y 9 reafirman la existencia de Dioses múltiples—cada uno de ellos estaba a cargo de una nación. En la versión de la Biblia New Revised Standard, ese texto dice: “Cuando el Altísimo asignó territorios a las naciones, cuando dividió a la raza humana, fijó los limites de los pueblos, según el número de los dioses; Su pueblo fue la porción del Señor; Jacob es su posesión más preciada.” Este versículo se traduce diferente en otras versiones. Leemos en Hebrew Names Versión of World English Bible: “Cuando ‘Elion dio a las naciones su heredad, cuando él separó los hijos de los hombres, Él puso limites de los pueblos según el número de los hijos de Israel. Pues la porción del SEÑOR es su pueblo, Jacob es la posesión de su heredad.” Aquí queda claro que el Altísimo es Elion, pero a diferencia de la traducción de la New Revised Standard, esta traducción dice que las naciones del mundo fueron divididas según el número de los hijos de Israel y no según el número de los dioses. Elion (el Altísimo) es un nombre para el Dios de Israel, entre otros nombres.

Comparemos la deidad aramea “Ilian” que se encuentra en la escritura cuneiforme. (“Ilian”=Elyon tal como en el Hebreo olam = en árabe ‘aalam,’ “mundo”). Así que podría tratarse de un antiguo Mal que hacía tiempo ansiaba el Completo Control, - en Sumeria era Enlil.

“En el número de los hijos de Israel” está correcto—se refiere a los 70 hijos de Israel que se mencionan al principio del libro de Éxodo. Ese es el significado, que dieron tanto los críticos como los piadosos (como Rashi, el comentarista del Torah del siglo 11, paralelo al Jalalain del Islam), pero los comentaristas críticos también permiten que este signifique, “en el número de los hijos de El.” El era una deidad cananea y tenia 70 hijos.

Dondequiera que aparece la palabra “elohim” en la Biblia, el griego la traduce como “ho theós” (Dios, en latín Deus), mientras que “YHWH” la traduce “ho kurios” (amos, Señor, en latín = Dominus). El Dios de los hebreos tiene muchos nombres: Elohim (el plural de elo[a]h = en árabe ilaah), El, YHWH, Shaddai. Estos podrían ser nombres de previas deidades masculinas distintas (también existían deidades femeninas, como “tehom,” abismo en Génesis 1, la cual es la diosa babilonia tiamat, la Diosa del Mar si me recuerdo correctamente). Hay poca duda que los hebreos de la antigüedad creían en muchos dioses, pero gradualmente un solo Dios del cielo llegó a ser el supremo dentro de ellos y luego excluyeron toda la existencia de ellos. Si hablamos de Enlil o no, eso ya no importaba, el comienzo de muchas guerras para alimentar con crueldad al iracundo había comenzado.

Lo que tenemos en la Biblia es un material editado con el objetivo de borrar el antiguo politeísmo, de modo que tenemos que discernir la antigua creencia por medio de un filtro. Pero la corrupción es muy grande hoy para el mundo de las religiones; se generan filtros a conveniencia de los tiranos y poderosos.

¿Quién se atreve a decir que es verdadera la afirmación de mi firma?