Nos dice que las fechas de los historiadores contradicen la Biblia pero, en realidadad, lo que contradicen es su interpretación de la Biblia.
11 Y toda esta tierra será desolación y espanto; y servirán
estas naciones al rey de Babilonia durante
setenta años.
12 Y acontecerá que cuando se hayan cumplido los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación por su iniquidad, ha dicho Jehová, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desolación perpetua.
Es decir, que no se refería únicamente a los judíos sino a todas las naciones que estarían bajo el dominio de Babilonia. Y de esto, hasta los propios testigos de Jehová nos atestiguan:
21 Isaías pasa a profetizar: “En aquel día tiene que ocurrir
que Tiro tiene que ser olvidada setenta años, lo mismo que los días de un rey” (Isaías 23:15a). Una vez que los babilonios destruyan la ciudad continental, la insular será “olvidada”. En cumplimiento de la profecía, durante “los días de un rey” —el Imperio babilónico—, la ciudad insular no será una potencia económica.
Por medio de Jeremías, Jehová incluye a Tiro entre las naciones designadas para que beban el vino de Su furia, y dice:
“Estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años” (Jeremías 25:8-17, 22, 27). Es verdad que la Tiro insular no está sometida a Babilonia durante setenta años completos, pues el Imperio babilónico cae en
539 a.E.C. Aparentemente,
los setenta años representan el período en que el dominio de esa potencia se encuentra en su apogeo y su dinastía de reyes se jacta de haber alzado su trono por encima de “las estrellas de Dios” (Isaías 14:13). Diversas naciones llegan a estar bajo su autoridad en distintos momentos. Pero cuando pasen setenta años, tal dominación se hará añicos. ¿Qué le sucederá a Tiro entonces?
De modo que Jeremías no se refería a 70 años desde la caída de Jerusalén, sino al apogeo de 70 años de dominio babilónico, que iban desde la caída del Imperio Asirio en el 609a.c. hasta la caída de los babilonios en 539a.c.
Con lo cual, estaría errado usar esos 70 años para calcular la fecha de la caída de Jerusalén.
Lo que se confirma en algunas traducciones de la Biblia:
10Pues así dice el SEÑOR: "Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta años, yo os visitaré y cumpliré mi buena palabra de haceros volver a este lugar".
De ese modo se subsana la supuesta contradicción entre la Biblia y los historiadores. Jerusalén cayó en el 587a.c., porque su caída no se calcula con los 70 años de Jeremías, los que a su vez señalan correctamente la caída de Asiria en el 609a.c. y el ascenso de Babilonia.