Lo leí y no estoy de acuerdo.
Vayamos al Concilio de Jerusalén. Aquí hay que contextualizar, ¿por qué se reunió este concilio?, ¿cual fue su origen? La respuesta es que algunos sectores sostenían que los cristianos gentiles debían observar la Ley, ¿que ley? La del ANTIGUO TESTAMENTO por supuesto.
La resolución fue que no se debía exigir a los gentiles a observar las leyes del A.T., con algunas salvedades, una de las cuales era abstenerse de la sangre.
Lógicamente hay que ir al Antiguo Testamento para ver como se entendía esta restricción. El mandamiento claramente dice que no se debe comer carne a la que no se le haya quitado la sangre:
Si cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que habitan entre ellos, come alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que coma sangre, y la eliminaré de su pueblo (Lev 17:10)
Las Escrituras siempre prohíben comer sangre, en vez de beber sangre. La palabra hebrea para beber es usual, y la Biblia menciona en otros contextos sobre beber sangre (Nm 23:24, Sal 50:13), por lo que, si Dios hubiera deseado, el mandamiento podría haber sido contra beber sangre. No obstante, el mandamiento fue que no se comiera carne de la que no se hubiera quitado la sangre. Uno de los tantos versículos donde lo podemos ver es en 1 S. 14:34:
Esparcíos por el pueblo --añadió--, y decidles que me traiga cada uno su vaca y cada cual su oveja; degolladlas aquí y comed, sin pecar contra Jehová por comer la carne con la sangre.
Cuando era muerto un animal, debía derramarse la sangre sobre la tierra.
Solamente que no comas su sangre; sobre la tierra la derramarás como agua" (Deuteronomio 15:23)