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Porque25
¿Y por qué fue anulado el viejo pacto si Dios había dado sus mandamientos para siempre? Así dice la escritura:
"Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos, Afirmados eternamente y para siempre, Hechos en verdad y en rectitud. Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto" (Salmos 111:7-9)
"De tus decretos he sabido hace tiempo que para siempre los has establecido" (Salmos 119:152)
Ésta es la respuesta: El viejo pacto fue anulado por Jesucristo porque había sido invalidado por los que añadieron leyes de hombres a la Ley del Pacto que Dios había dado al pueblo. Por eso se había hecho viejo e imperfecto el Pacto que Dios había dado a su pueblo. Por eso dicen los profetas:
"Mi pacto con él fue de vida y de paz....... Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Yavé de los ejércitos". (Malaquías 2,5-10).
Y entonces, Dios haría un Nuevo Pacto, pero no con una Ley d¡ferente a la que Dios había dado anteriormente, sino con la misma Ley que Dios había dado realmente, que es la verdadera Ley que Dios había dado al pueblo.
Fíjate que la escritura dice que el Nuevo Pacto sería que Dios daría SU LEY en la mente de su pueblo y la escribiría en su corazón. Entonces no se trataba de que Dios cambiara su Ley sino que lo que cambiaba era el lugar donde Él escribiría SU LEY. Así te lo explica la escritura:
"He aquí que vienen días, dice Yavé, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Yavé. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Yavé: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Yavé; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Yavé". (Jeremías 31,31-33).
¿Comprendes? El Nuevo Pacto no era una nueva Ley sino la verdadera Ley que Dios había dado a su pueblo desde el principio, pero que Dios la grabaría en la mente de sus hijos y la escribiría en el corazón de ellos, para que nadie ahí pudiera cambiarla, por eso dice la escritura: "Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Yavé; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Yavé".
La verdadera Ley que Dios había dado en el Pacto desde el principio había sido dada para siempre, y no eran mandamientos que mandaban penas de muerte ni hacer daño a las personas, sino mandamientos que mandaban misericordia. Y cumpliendo con la misericordia, los hombres hallaban gracia delante de Dios, pues así dice la escritura:
"Hijo mío, no te olvides de mi ley,
Y tu corazón guarde mis mandamientos;
Porque largura de días y años de vida
Y paz te aumentarán.
Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;
Atalas a tu cuello,
Escríbelas en la tabla de tu corazón;
Y hallarás gracia y buena opinión
Ante los ojos de Dios y de los hombres".
(Proverbios 3:1-4)
Y fíjate la relación que tiene lo que nos dice este cita con el Nuevo Pacto, pues nos dice que no olvidemos la Ley de Dios, que guardemos sus mandamientos y que no se aparten de nosotros la misericordia y la verdad y las escribamos en la tabla de nuestro corazón, así como en el Nuevo Pacto Dios escribiría su Ley en el corazón de sus hijos.
La verdadera Ley que Dios había dado desde el principio son los mandamientos de misericordia que Jesucristo nos enseñó cuando predicó el Evangelio. Y estos son los mandamientos que no fueron abolidos.
Pero todos los mandamientos del viejo testamento que faltaban a la misericordia (mandamientos de penas de muerte, guerras, genocidios, esclavitud y sacrificios) fueron abolidos por Jesucristo porque no eran verdaderos mandamientos de Dios sino mandamientos de hombres que cambiaron la Ley de Dios invalidando así el Pacto que Dios había hecho con su pueblo.