Aunque en esa parte de la escritura no esté el nombre de Jesús, todos saben que Jesús es el Verbo (la Palabra) que se hizo carne y vino a vivir con nosotros.
Y Jesús, que es Dios mismo que se hizo carne, nos enseñó los mandamientos que verdad había dado Él msimo a Moisés y anuló del Antiguo Testamento todos los mandatos que faltaban a la misericordia predicada por Jesús, pues esos mandatos no fueron dados por Él sino que son mandatos de hombres.