En cierta manera los marxistas son muy acomplejados. Ante su incapacidad para comunicar con los demás por sus propias carencias intelectuales, nos venden milongas y sueños de Caperucita Roja. Paraísos en los que no se trabaja, comunas en las que todos son como Teresa de Calcuta, gente guapa, generosa, altruista, bondadosa y sobre todo que no tienen interés en tener nada propio. Justo justo lo que no es el hombre en realidad.
Mira Cripton: Yo puedo pensar que dentro de mil millones de años, todas las mujeres serán modelos rubias o morenas, dóciles, justo a la medida de los hombres, y bla, bla bla o que los niños son todos muy estudiosos y nada rebeldes y amorosos.... Mientras que eso llega, tengo que entender que la mujer es mujer o que el niño es niño y no lo que yo quiera que sean. Lo mismo pasa con el hombre. El hombre es lo que es y no lo que diga el marxismo que será.