Cita Iniciado por charpe Ver Mensaje
Estoy totalmente deacuerdo contigo, la catequesis de la iglesia catolica son puras pendejadas.

No, es bastante seguro que no fue por ignorante. En un principio, entre los 8 y los 10 años, fue porque era TAN ABURRIIIIIIIIIDO. Despues ya fue por buenas razones, como que son tonterias y que impiden la maduracion y una vida emocional medianamente sana.

La mejor manera de mantener a un cliente enredado en las tonterias de la iglesia es la ignorancia, porque se trata de un juego malvado que aprovecha las carencias emocionales y el gusto por las falsas pretensiones. Es tu caso, tu ignorancia general te impide ver la clase de tonterias que conforman tus conocimientos. Los creyentes de tu clase estan enredados en la autocomplacencia y una chaqueta mental. Es ingenuo, lo menos, que realmente creas que el conocimiento de la religion catolica tiene algun poder por si mismo, eso solo es la zanahoria.

Todo lo que nos dijiste revela que cuando fuiste a la catequesis veías aburridas las clases, tanto como yo a la misma edad que prefería estar corriendo y jugando que estar sentado en la escuela de doctrina, Y luego te llegó la adolecencia y las hormonas te arrojaban a buscar "vivir" en "libertad" y sabiendo que la Iglesia restringe el sexo al matrimonio y rechaza y condena el adulterio, optaste por alejarte de la Iglesia para no sentirte obligado a obedecer, pero empesaste a sentirete excluido y rechazado porque no actuabas como se te decía y por orgullo no querías arrepentirte de ello. Entoces te vino la confusión, una tristesa por ser incomprendido pero un rencor por sentirte rechazado, y este rencor se convirtió en odio, y tu odio en rechazo hacia quienes crees que te rechazan y ese rechazo lo envolviste en huevo y lo hiciste ateismo.

Ya no solo renegaste de la Iglesia que crees que te rechaza sino del Dios quien rechaza lo que haces. Pero así como confundes conciencia y existencia también confundes conducta con persona, y si Dios rechaza el adulterio tu te hiciste adúltero, en lugar de rechazar el adulterio y amar a Dios.