Iniciado por
Peterdomin
Hola DALGURAK
Cuando yo contaba con 12 o 13 años de edad, es decir cuando yo era un parvulito ignorante, solía irme a pasar temporadas a la casa de uno de mis tíos en la provincia donde el vivía.
Allá yo compraba cigarrillos, y me los fumaba en el parque del pueblo, como si yo fuese un hombre. Mis padres jamás supieron de mis acciones. Lo hacia a escondidas siempre que tenía oportunidad. Me sentía un hombrecito. Yo deseaba que me vieran como un muchacho maduro. Yo no me daba cuenta si molestaba a los demás con mi humareda y con mi bajo a cigarrillo, ni me importaba.
Un día, me puse a analizar qué estaba haciendo yo con inhalar y exhalar humo y echarlo adentro de los pulmones?
Los ojos se me cerraban y me ardían con el humo. No veía el beneficio que eso me reportaba.
Sinceramente, las veces que llegué a fumar (que no fueron muchas) no sentí ninguna mejoría en mi vida; me di cuenta que fumaba por dármelas de adulto. Nada más.
Me dije a mi mismo ¿Qué es esto de fumar? ¿Para qué? ¿Para estar hediondo a cigarrillo?
Si yo me envicio ¿Con qué autoridad les diría yo a mis futuros hijos que no fumen?
Y así, sin que nadie me aconsejara, y sin leer ninguna escritura, dejé el asunto de fumar.
Hoy, en la actualidad, sigo sintiendo asco de ese vicio. Y no soporto que alguien me eche su humo encima. Si voy en un autobús y alguien se atreve a encender una cosa de esas, le hago un escándalo, y tiene que apagarlo; incluso hasta los demás pasajeros se amotinan a mi favor.