Cita Iniciado por Loma_P Ver Mensaje
Una era asesina

El siglo XVI fue, de lejos, la época más sangrienta para los traductores de la Biblia.

Pero las traducciones de la Biblia siempre han generado emociones fuertes y continúan haciéndolo.

En 1960, la Reserva de la Fuerza Aérea de Estados Unidos advirtió a los reclutas contra el uso de la Versión Estándar Revisada recientemente publicada porque, según afirmaron, 30 personas en su comité de traducción habían sido "afiliadas a los frentes comunistas".

En 1961, el estadounidense T.S. Eliot, uno de los principales poetas del siglo XX, se opuso a la Nueva Biblia en inglés y escribió que "asombra en su combinación de lo vulgar, lo trivial y lo pedante".

Y los traductores de la Biblia todavía están siendo asesinados. No necesariamente por el hecho de traducir la Biblia, sino por ser una de las cosas que hacen los misioneros cristianos.

En 1993, Edmund Fabian fue asesinado en Papua Nueva Guinea, por un hombre local que lo había estado ayudando a traducir la Biblia.

En marzo de 2016, cuatro traductores de la Biblia que trabajaban para una organización evangélica estadounidense fueron asesinados por militantes en un lugar no revelado en el Medio Oriente.

Traducir la Biblia puede parecer una actividad inofensiva, pero la historia muestra que es cualquier cosa menos eso.
Ya en Hechos manifiestan lo que vendría después en gran escala:

Bastantes de los que habían practicado la magia reunieron los libros y los quemaron delante de todos. Calcularon el precio de los libros y hallaron que subía a 50.000 monedas de plata.
20 De esta forma la Palabra del Señor crecía y se robustecía poderosamente”.
(Hechos 19:19-20 - Biblia de Jerusalén).

Muy lógico que la Palabra del Señor creciera y se robusteciera poderosamente. Quemando las palabras de otros.