Dios es amor y quiere misericordia, y Él no había mandado los mandatos del Viejo Testamento que mandaban a los hombres matar a las personas por diversas causas, y por eso Jesucristo abolió esos mandatos del Viejo Testamento, porque no eran de Dios, pues Jesucristo no había venido a abolir la verdadera ley de Dios.
Las leyes del Viejo Testamento que mandaban matar a las personas no eran de Dios. Por eso Jesús les dijo a los judíos: el que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. Y Jesús, que era el único que estaba sin pecado, tampoco condenó a la mujer, sino que la perdonó.
Y eso es lo que vosotros no comprendéis, que en el Viejo Testamento hay escritas muchas leyes que Jesucristo abolió porque no eran verdadera ley de Dios, sino preceptos de hombres.