Sexagésimo asesinato (masacre) de Jehová.
6 David se hallaba en grave apuro porque la gente hablaba de apedrearlo, pues el alma de todo el pueblo estaba llena de amargura, cada uno por sus hijos y sus hijas. Pero David halló fortaleza en Yahveh su Dios.
7 Dijo David al sacerdote Abiatar, hijo de Ajimélek: «Acércame el efod.» Abiatar acercó el efod a David.
8 Consultó David a Yahveh diciendo: «¿Debo perseguir a esta banda? ¿Le daré alcance?» Le contestó: «Persíguela, porque de cierto la alcanzarás y librarás a los cautivos.»
17 David los batió desde el alba al anochecer; sólo se salvaron de entre ellos cuatrocientos jóvenes que montaron en camellos y huyeron.
(1 Samuel 30:6-8, 17 - Biblia de Jerusalén)
La Verdad nos hará libres.