El pacto eterno que habla el apóstol Pablo en su carta a los cristianos porque beneficios de ese propósito, una vez realizado, son eternos, por lo que puede llamársele un pacto eterno.
En la noche del 14 de Nisán de 33 E.C, después de celebrar la Cena del Señor, Jesús hizo este pacto con sus once apóstoles fieles y les prometió que se sentarían sobre tronos. Lu 22:28-30