Tú, Tomas, quieres concentrar tu visión del relato en solo una parte de la historia, pero eso es deshonesto. Un relato no puede analizarse así, porque la información incompleta lleva a un mal entendimiento.


Satanás le dijo a Jehová que Job lo abandonaría si Él le quitaba la protección. Los demás hijos de Dios celestiales estaban escuchando aquello. Ese enemigo de la humanidad quiso decir que Dios tenía a sus leales comprados y que ellos no le servían sinceramente. Esa cuestión tenía que ser zanjada fuera como fuera. Jehová dejó que el Asesino maltratara a Job y se diera cuenta de que Job iba a mantenerse leal a Él; pero le prohibió quitarle la vida. Es cierto que Job sufrió mucho ... pero mantuvo su integridad. Recibió mucho consuelo después de aquello, y tendrá vida eterna en el paraíso cuando sea resucitado, y verá a todos sus hijos, los que había perdido y los que tuvo posteriormente. Job no es el único que ha sufrido por mostrar su lealtad a Dios. Jehová ha permitido el sufrimiento de Sus leales para que muestren al enemigo que le amamos de corazón y no por algún interés egoista.



El Diablo, en cambio, tiene que comprar a sus sirvientes y ofrecerles cosas para que le sigan. Al final, nunca ha tenido ningún seguidor leal, porque quienes lo apoyan lo hacen por puro interés.