Definamos que es Dios:
Un ser omnipotente, omnisciente, omnipresente, bondadoso y eterno.
Ahora, antes de enumerar su creación, tenemos que dejar claro que son tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Bien es cierto que el Padre engendró al Hijo, pero eso no es óbice para que sea coeterno con el Padre.
Los tres, que son Dios, deciden empezar la creación.
No sabemos si las tres personas estuvieron de acuerdo en este propósito, o hubo algún voto en contra.
A partir de ahora nos referiremos a las tres personas como Dios.
Dios crea primero los ángeles, momento en que, creo yo, comienzan a existir el tiempo y el espacio. Aunque los científicos dicen que fue cuando el Big Bang.
Aunque estos seres eran angelicales, parte de ellos se sublevó contra Dios.
Ignoro si hubo algún reproche entre las tres personas divinas, echándose en cara no haber previsto este punto. Posibilidad de preverlo la tenían, ya que son omniscientes.
Después crean un punto minúsculo, pero lleno de una energía inimaginable (propia de Dios). El explotar este punto fue encomendado al Hijo (también el hijo chascó los dedos cuando la creación de los ángeles). De la explosión de este punto surgió el Universo.
Esto fue hecho así, para dar trabajo a los científicos venideros.
Después Dios creó a Adán y a Eva (también fue el Hijo el encargado de moldear el barro). Inmortales y con la orden de reproducirse. Ya tenemos a nuestros primeros padres correteando gozosos como niños por el jardín de Edén.
Sus cuerpos estaban hechos para gozar; para tener hijos. Y Dios les había ordenado llenar la tierra. ¿No era maravilloso?
No había pasado mucho tiempo, cuando el Espíritu Santo así habló:
-¿Acaso no nos ha servido el fallo de la creación de los ángeles?
Estamos cometiendo un nuevo error. Si Adán y Eva son inmortales y les hemos dado la orden de engendrar hijos... de aquí a unos miles de años no caben en la tierra. Hay que buscar una solución, pero que no parezca que nos hemos equivocado-
El Padre, como veterano (aunque los tres son igual de viejos), dijo:
Hay que poner un árbol en el jardín de Edén, y prohibirles que coman sus frutos. Al mismo tiempo, hay que dar instrucciones a la serpiente para que charle con Eva, y la incite a comer. Eva comerá y hará comer a Adán, no hay duda.
Una vez que hayan cometido el pecado de desobediencia (que sabemos que lo van a cometer), nos damos por muy ofendidos y les expulsamos de Edén. Les privamos de la inmortalidad; y estarán expuestos a las enfermedades. Como a partir de ahora van a vivir en un mundo hostil, para el cual no fueron hechos, les daremos el razonamiento; a ellos y a sus descendientes. Así no se encontrarán tan desvalidos.
El Espíritu Santo vio peligroso darles el razonamiento, ya que podrían emplearlo en contra de Dios, pero el Hijo dijo que era justo dárselo, ya que los animales, en su mayoría, tenían garras y colmillos, y el hombre estaba en inferioridad.
Y así el hombre se vio de patitas en la calle…Perdón, así comenzó el hombre su andadura por la tierra.
La Verdad nos hará libres.