Cuando Juan el Bautista hablaba sobre Jesucristo, decía a sus seguidores la diferencia entre el bautismo en agua que él estaba practicando y el bautismo que realizaría Jesucristo después:

Mat.3:11 Yo, por mi parte, los bautizo con agua a causa de su arrepentimiento; pero el que viene después de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de quitarle las sandalias. Ese los bautizará con espíritu santo y con fuego. 12 Su aventador está en su mano, y limpiará completamente su era, y recogerá su trigo en el granero, mas la paja la quemará con fuego que no se puede apagar”.

Noten que el espíritu santo es algo con lo que se bautiza a personas, como en tantos lugares de las Escrituras se nos muestra. Al compararlo con agua y con fuego empleados para realizar bautismos, Juan nos dice que él nunca pensó el espíritu santo como una persona.