A partir de 1930 el juez Rutherford tuvo el "entendimiento" que los cumpleaños son fiestas paganas y que al “salirse del mundo” había que dejar ese tipo de festividades, incluyendo la navidad.
“Salirse del mundo” significa entre otras cosas “dejar algunas prácticas paganas” como el de celebrar cumpleaños. Es otra de las exigencias de jehová de los ejércitos a través del “esclavo fiel y discreto” quien se preocupa de la “pureza” en la congregación. Es lo que enseña watchtower.
En sus discursos, los ancianos, se tardarán en explicar que la palabra de Dios “no nos pide celebrar ningún nacimiento” sino la muerte de Cristo (la conmemoración de su muerte y no su natalicio, las navidades) Dicho esto y enseñado que sólo deben participar del pan y el vino solamente, los ungidos de la clase celestial, argumentan bíblicamente esta enseñanza.
Además a modo de testimonio bíblico pone dos ocasiones en que el cumpleaños termina en tragedia, el primero es el cumpleaños de Herodías mujer de Herodes y madre de Salomé en donde como regalo de cumpleaños se le pide la cabeza de Juan el bautista en bandeja de plata. Mateo 14:6, Marcos 6:21 El segundo ejemplo que da watchtower a los testigos de jehová para no celebrar sus cumpleaños está en Génesis 40:20 Dice “Y sucedió que al tercer día, que era el día del cumpleaños de Faraón, éste hizo un banquete para todos sus siervos, y levantó la cabeza del jefe de los coperos y la cabeza del jefe de los panaderos en medio de sus siervos. 21 Y restauró al jefe de los coperos a su cargo de copero y éste puso la copa en manos de Faraón; 22 pero ahorcó al jefe de los panaderos, tal como les había interpretado José.
Estas dos razones son suficientes para entender que “no es del agrado de jehová celebrar los cumpleaños”, enseña la watchtower a todo el pueblo de jehová actual, además lo único que se logra celebrando cumpleaños es “acrecentar el ego del festejado” al hacerlo el centro de la atención. Entonces se pondrá ejemplos de la gente mundana que celebrando cumpleaños solo terminan haciendo “un culto al festejado y alejándolo de la adoración verdadera”.
Un testigo huye de un cumpleaños como si fuera el mismo diablo que enciende las velas para que las sople el engañado. Sin embargo se puede llevar el evangelio a una fiesta de cumpleaños. Nuestro Señor comía aún con los recaudadores de impuestos y no rehuía a las prostitutas.
Si no participar de un cumpleaños a un testigo lo hace mejor en su adoración y es lo que cree, que lo haga, aunque sentarse en la mesa de una fiesta de cumpleaños no lo hace un mundano como a Jesús el sentarse en la mesa de los fariseos no lo hacía un hipócrita.
Estas enseñanzas, que son antojadizas, nos develan cada vez con más claridad “el espíritu que anima a este cuerpo gobernante” y el “discernir este espíritu” es de gran ayuda para todo aquel que desea alejarse de esta siniestra organización. Ahora este nuevo entendimiento, como dije al principio, es propio del juez Rutherford puesto que, en el año 1926 el cuerpo gobernante festejaba el cumpleaños de Jesucristo tal como da testimonio esta foto tomada en “Bethel” en 1926.