Si me dices que intentar comprender las Escrituras desde la perspectiva que Jesús me concede es desubicarse, debo aceptar que soy un desubicado. Puedes dividir el plan de Dios en todas las edades que quieras, que yo no te lo discutiré. Pero pretender dividir al mismo Dios es algo a lo que al menos yo no daré crédito.

Sigo sin ver concluyentes los argumentos que utilizas para justificar ese silencio sepulcral de Dios durante 400 años. Es, y espero que no lo niegues, una interpretación bastante liberal. Es tu interpretación personal, pero nada más.

Al menos para mí, los libros incluidos en el canon de la Iglesia Católica son todos valiosos. Tú desechas algunos por una interpretación personal que haces sacándo de ella una condenación de 400 años al silencio más absoluto que crees justificada pero que no llega a convencer plenamente.

No debemos olvidar que es Cristo quien redime, no los profetas, y que la Redención forma parte del plan Eterno de Dios. Ese enfado que dices que dura 400 años me parece de una infantilidad descomunal dificilmente atribuible a un Dios Omnipotente, Omnisciente y Eterno, que no dudó en enviar a su Hijo Unigénito para que padeciera lo indecible por la salvación de nuestras almas. Todo demasiado grandioso y trascendente para andar con enfados y rencorcillos de cuatro siglos.

Pero tú mismo, cree lo que quieras amigo mío.