Te repito lo expuesto anteriormente:
Eso dícelo a Jesús, que escogió a sus discípulos para darles una enseñanza esotérica, es decir, solo a ellos.
Dile que porqué no hablo mejor de manera exotérica, como tu pretendes que se haga, es decir solo conocimiento público.
Tu no eres nadie para tapar la olla donde nos alimentamos espiritualmente todo aquel que así lo desee.
Quizás un anticristo, que deseas corregir a Cristo y su forma de adoctrinar.
Solo un castrado y furibundo vocero de la ICAR, que como antaño, quieren acaparar el conocimiento profundo a la humanidad. Quienes incluso no permitían ni que se leyera la Biblia.
Nosotros tenemos todo el derecho de utilizar todos los métodos y herramientas, para tener un mejor y más profundo conocimiento de la Biblia.
Y podemos entrar en el esoterismo cristiano, que Jesús también practicó.
Y tu no eres nadie, para coartarnos esta libertad de expresión y formas de entender, que todos tenemos.
Fuera los déspotas y envidiosos enemigos de que la humanidad tenga acceso a la educación y al profundo conocimiento cristiano
Libertad de pensamiento, igualdad y fraternidad. Es la voz cristiana que clama en el mundo.
Fuera los que quieran sojusgarnos en su obscurantismo.
Pues nosotros somos la luz del mundo y nadie nos va a obscurecer.
Mateo 5, 14. Vosotros sois la luz del mundo...:001_smile::001_smile::001_smile:
El Maestro Jesucristo fue un adoctrinador esotérico por excelencia.
No es brujeria, ni ritos satanicos, o yo no se que piensas.
Jesús cumple con lo que la Real Academia Española describe como esotérico:
esotérico, ca. (Del gr. ἐσωτερικός). adj. Oculto, reservado. || 2. Dicho de una cosa: Que es impenetrable o de difícil acceso para la mente. || 3. Se dice de la doctrina que los filósofos de la Antigüedad no comunicaban sino a corto número de sus discípulos. || 4. Dicho de una doctrina: Que se transmite oralmente a los iniciados.
Y esos primeros conocedores de verdades profundas, los que iniciaron o iniciados, fueron sus discípulos.
Pero a ti te asusta que se conozca las verdades profundas, porque revelan el obscurantismo de tu institución.
Te asusta encontrarte engañado y que te hayan lavado el cerebro, pregonando lo que ni siquiera conoces. Y quieres evitar que los demás lo conozcan.