Me temo que en muchas ocasiones adoran incluso con más atención al demonio, que Dios.
Por la sencilla razón de que las fuerzas del mal se pegan a ti, haciendo de su presencia una constante y a veces sofocante llamada de atención. Mientras que Dios, nos da tanta libertad, que incluso hay muchos que niegan su existencia.
Un saludo.:001_smile: