Ni te aclaras a qué o quiénes te refieres. Solo queda constatado que eres tú la que te preguntas cómo es posible que toooodos los que expulsaban a los judíos estaban equivocados. Claro, ¿quién no estaba equivocado, Loma?. No acabas de responder… Da igual, pues el plumero se te ha visto (y desde el primer día)