El ateísmo de estado en la Unión Soviética se denominó "gosateizm". El propio fundador del Marxismo-Leninismo, Lenin, lo expresaba así en Actitud del partido obrero hacia la religión:
La religión es el "opio del pueblo": este aforismo de Marx es la piedra angular de toda la ideología marxista sobre religión. Todas las religiones e iglesias modernas y las organizaciones religiosas son consideradas por el marxismo como órganos de la burguesía reaccionaria, usados para preservar la explotación y la estupefación de la clase trabajadora.
De forma consistente, el Marxismo-leninismo propugnó el control, la supresión y, finalmente, la eliminación de las creencias religiosas. Tan sólo un año después de la revolución socialista, el estado había expropiado todas las propiedades de las iglesias y en el periodo comprendido entre 1922 y 1926, veintiocho obispos ortodoxos y más de mil doscientos curas fueron asesinados; un número mucho mayor fue objeto de persecución.
En las décadas de 1920 y 1930, organizaciones como la "Sociedad de los Sin Dios" (en ruso: Общество безбожников, Obshchestvo bezbozhnikov) ridiculizaron y amenazaron a los creyentes. El ateísmo se propago a través de las escuelas, organizaciones comunistas (como los "Jóvenes Pioneros", пионерско движение) y los medios de comunicación. Aunque Lenin introdujera el calendario gregoriano en la Unión Soviética, los posteriores intentos por reorganizar la semana para mejorar la eficiencia de los trabajadores con la introducción del Calendario Soviético Revolucionario tuvieron la consecuencia de que "los días de vacaciones raramente coincidían con el Domingo"
Aunque todas las religiones fueron perseguidas, la intensidad de los esfuerzos del régimen soviético variaron de intensidad en función de la época, las nacionalidades y las confesiones religiosas, y siempre estuvieron supeditados a las "razones de estado". Aunque todos los líderes soviéticos compartían el mismo objetivo a largo plazo de cohesionar al pueblo, sus políticas fueron variando. Para los dirigentes soviéticos las cuestiones de religión y nacionalidad se mantuvieron íntimamente ligadas. Esto explica las oscilaciones entre una prohibición total de ciertas religiones alternando con periodos de mayor permisividad. La mayoría de los seminarios fueron cerrados y las publicaciones religiosas prohibidas. La Iglesia Ortodoxa Rusa, que tenía cincuenta y cuatro mil parroquias antes de la Primera Guerra Mundial, se vio reducida a quinientas por 1940. Aunque Rusia era mayoritariamente cristiana, de acuerdo el World Factbook en la actualidad sólo entre el diecisiete y el veintidós por ciento pueden considerarse cristianos