Cuentan, los mismos que fueron alumnos en la España de la época franquista, que iban a visitarlos a la escuela unos señores con alzacuellos blanco, vestidos con sotana negra, llamados curas, eran católicos, y les metían el miedo en el cuerpo amenazándolos con la condenación en el infierno, un lugar para sufrir el tormento de quemarse por toda la eternidad.
Para reforzar y que hiciera más mella lo que pretendían, -no era otra, que nadie osara desviarse ni un ápice de su doctrina- continuaban su terrorífico relato amenizándolo con una visión espeluznante de lo que sería la eternidad en sufrimiento.
Cuentan que les decían: "Imaginad toda la Tierra como una maciza bola de acero, y una paloma, cada mil años, la rozara con su ala por sólo un momento. Cuando su roce hubiea sido capaz de desgatar toda esta inmensa mole de acero, no habría pasado siquiera un segundo.
Que te parece Dixie, así que para tí, la Iglesia Católica a lo largo de toda su historia no ha condenado a nadie.
De boquilla, sí ha condenado al infierno, porque no puede hacerlo de otra. El terror que produce en las mentes poco formadas, ni te cuento. Es su "buen" propósito para que no se les borre de por vida.