Jesucristo no dice que Él hubiera hecho un sacrificio, sino que hizo la voluntad del Padre, que no quiere sacrificios ni le agradan los sacrificios.
A Jesucristo le mataron, y Él dejó que le mataran y que los hombres vieran su error, pues mataban al Autor de la vida.
Jesucristo, cuando dio su vida, hizo comprender que la verdadera ley de Dios mandaba a los hombres misericordia y NO MATARÁS.
Jesucristo enseñó al mundo que los verdaderos mandamientos de Dios mandan a los hombres amar incluso a los enemigos y no manar a ningún hombre. Por eso dijo:
Mateo 12:7
Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes.