Jesucristo resucitó y ascendió en un cuerpo glorificado de carne y huesos semejante al que tendremos en el cielo. ¿captas KIMO?
"Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas." (Filipenses 3:20-21)
"Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo." (Lucas 24:39)
Última edición por Estocada; 16-mar.-2020 a las 19:11
El ego es un eje demasiado débil para hacer girar nuestra vida en torno a él.