
Iniciado por
Elisabet*
Dios no quiere sacrificios. Eso es lo que Jesús enseñó. Entonces, no debéis llamar sacrificio a lo que hizo Jesús, pues Él dio su vida, no como un sacrificio, sino por amor a sus hijos y para enseñarles los mandamientos que realmente había dado Dios desde siempre y para siempre. Por eso, la sangre de Jesús fue derramada por muchos para remisión de los errores.