Se formaron en línea, pasaron a dejar el presente, les mire, resistí el impulso de
conminarlos a olvidar que estaba ahí, me calce una media sonrisa, agradecí de
manera educada al estilo de la abuela, él vino con un cojín de corazón en medio
una joya de tous, no la acepte, le dije con el mejor de mis tonos que otra le
merecía más que la que estaba con su cara de quiero escapar.

Las hijas adornaron con globos y confeti, hicieron su mejor esfuerzo, me
abrazaron largo rato, mientras su cobijo me inundo, hoy me esperaba el
desayuno con los perros guía del sistema, llegue tarde para no estar mucho
tiempo, argumentos de sobra.

Ni los detalles y una suprema demostración lógica de lo bien que se lee
hicieron que mi estado anímico mejorara, quizás esos privados que como
ungüento suave redimieron mi alma, si Adolfo, Alex y CIA no me importan las
fechas, pero como pesa el cuerpo con la carga que trae uno.

Gracias J.E por todo.