Última edición por tomas0402; 10-may.-2021 a las 00:06
La Verdad nos hará libres.
Job 19:25-27
"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios
Al cual veré por mí mismo,Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. "
No se de que hablas , yo oro todos los dias.. y claro que inclui tu nombre en mi oracion para que se haga, no como yo piense o tu creas, sino como Dios le parezca.
Job 19:25-27
"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios
Al cual veré por mí mismo,Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. "
Deja de orar. No valen tus oraciones. Careces de FE.
Pones unas condiciones: “para que se haga, no como yo piense o tu creas, sino como Dios le parezca” de las que nada dijo Jesús.
Jesús puso una única condición: PEDIRLO CON FE. Nada dijo si le convenía al Padre. Y, además, dijo TODO.
Esto es lo que dijo Jesús. Más claro, el agua:
“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”.
(Mateo 21:22 Reina-Valera 1960)
“Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”.
(Marcos 11:24 Reina-Valera 1960)
La Verdad nos hará libres.
Cuando leemos el Evangelio, no resulta muy acertado fijarnos en lo que dijo Jesús acerca de aquellos entre los que no nos encontramos. Busquemos qué es lo que dijo con respecto a nosotros, no vaya a ser que, preocupados por la casa del vecino, no nos demos cuenta que la nuestra es pasto de las llamas.
Cuando era creyente, siempre me causó preocupación el pasaje de Jesús y los niños: “De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él”.
¡Lo que dice Jesús es tremendo!
Después, pasado el pasaje del rico, sobre el que dudo si no lo tiene más fácil que el que tiene que: “el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él”, me tranquilizaba lo que añadía Jesús:
“Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
26 Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible”.
(Mateo 19:25-26 Reina-Valera 1960)
En esta frase, Jesús incluía a toda la Humanidad.
¡Es nuestra tabla de salvación!
¡Úsala con frecuencia!
¿Quién tiene seguro el cielo?
¿Tú?
13 Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban.
14 Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.
15 De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
16 Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.
(Marcos 10:13-16 Reina-Valera 1960)
13 Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron.
14 Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.
15 Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.
(Mateo 19:13-15 Reina-Valera 1960)
15 Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron.
16 Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.
17 De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
(Lucas 18:15-17 Reina-Valera 1960)
La Verdad nos hará libres.
Es cierto que Jesús hizo un comentario referente a los ricos. Incluso le dijo a un rico que vendiera su riqueza y que le siguiera (resulta obvio que, para seguir a Jesús, tenía que deshacerse de sus bienes).
Es una manipulación manifiesta del Evangelio el decir que Jesús mandó a todos los ricos vender sus bienes.
Creo que el Dios que tienen los cristianos es el famoso Jehová del Antiguo Testamento. Ese Jehová recompensaba a sus más fervientes adoradores aumentándoles las riquezas. Hay pruebas de ello.
Siempre ha habido ricos y pobres; sabios y tontos; valientes y cobardes; sinceros y falsos; dadivosos y tacaños; honestos y viles, etc.
Si Dios hubiese querido un mundo sin pobres, así lo hubiera hecho.
Yo, si a alguien envidio, es a las personas que son muy inteligentes. Es la mayor riqueza: la inteligencia.
La Verdad nos hará libres.
Por la lectura de la Biblia sabemos que el pueblo judío era politeísta. Por los pueblos que pasaba en su peregrinaje a la “tierra prometida”, no tenía inconveniente en adorar a sus dioses; principalmente, si las mujeres de ese pueblo eran bellas.
El único monoteísta era Moisés. Así le resultaba más fácil decir que Dios le había hablado y dado mandamientos, con los cuales mantenía a raya a su difícil pueblo.
Por los sucesos que se leen en la Biblia, parece ser que Moisés tenía un gran conocimiento y práctica del uso de los venenos.
Era un dios inventado, pero bendecía las barbaridades que los judíos cometían para adueñarse de la “tierra prometida”. Jehová iba al frente de los ejércitos israelitas (a otro perro con ese hueso).
Los incautos cristianos se creyeron el invento y, puestos a inventar, inventaron un hijo al tal Jehová; con un tercero de la familia divina: el Espíritu Santo.
Según la teología del cristianismo, el hijo se hizo hombre y murió por el hombre. En cuanto al porqué de su muerte, no se ponen de acuerdo los cristianos.
Los motivos podrían encontrarse en el Antiguo Testamento, pero estos libros no caen bien a muchos cristianos.
Sea por los motivos que sean (haberlos, los hubo), mataron al tal Jesús (así se llamaba el dios encarnado). Lo que no se entiende es qué motivos había para que sus apóstoles (menos uno) murieran asesinados.
Parece ser que el Espíritu Santo solamente valía para matar a un pobre matrimonio que quiso hacer una pequeña trampilla económica ¡Con la cantidad de fraudes que se harían por aquella época!
La Verdad nos hará libres.
Una característica determinante que comparten las tres religiones monoteístas es la brutalidad.
El Judaísmo, para apoderarse de la “Tierra prometida”.
El Cristianismo, para imponer que todo el mundo crea en el “verdadero dios”.
El Islamismo, para imponer que todo el mundo crea que Alá es el más grande, y Mahoma, su profeta.
La Verdad nos hará libres.