Para eso estaban allí los apóstoles, para que cuando la gente creyera que debían circuncidarse todavía, ellos los sacaran del error, y de una vez por todas y sin revisiones posteriores. Y para que también, si algunos estaban interpretando mal lo de la resurrección de los muertos, entonces los siervos inspirados del Señor les dieran luz definitiva sobre ese respecto y no conclusiones que con el tiempo mudarían.
Y es así como poco a poco iban creciendo con luz certera y sin variación. Porque con lo enseñado por este tipo de líderes se cumple lo que fue dicho:
Mateo 24:35
35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Es decir, que tales palabras pronunciadas por los profetas no dejarían de verificarse ni se les harían modificaciones.
Y ese fue el sabio liderato inspirado que Jesús instituyó para su Iglesia a fin de que llegase
"a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" y sus miembros no fuesen como
"niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina" (véase Efesios 4:11-16).
Es por no tener apóstoles y profetas inspirados que los testigos de Jehová tienen que ir corrigiéndose de vez en vez.
Y es por esto mismo, que incluso hoy te crees que lo que sabes sobre la doctrina de 1914 es totalmente cierto, como se lo creyeron los que vieron llegar y pasar cada una de las fechas por ustedes anunciadas, hasta que descubrieron su error e hicieron la corrección correspondiente. Así mismo pasará que luego, luego, corregirás el error en que actualmente te encuentras, y más adelante los siguientes. Y yo creo que cuando te mueras, corregirás otro tanto y de allí en adelante aún mucho más...