... paradigma del fanático ...
... el de la pasión de multitudes ... futbol ...
... va al partido porque no tiene auto estima, así que le da a su equipo la responsabilidad de crearle una, por eso se frustra en la derrota o se extraregocija porque se siente un ganador, cuando eso pasa, pero lo interesante es que todo eso es necesidad y satisfacción auto aplicada, no cambia nada, no va a ninguna parte, sigue siendo la misma bazofia necesitada de una siguiente experiencia futbolística....
... el religioso ateo, animista, tiene la misma necesidad y autosatisfacción sea en el fetichsmo idolátrico o de huesos prehistoricos, le ha confiado al sacerdocio religioso o cientificista la actualización permanente de sus objetos de credo, y se frustra ante la demostración de sus inconsistentes teorías, y se alegra cuando hay una nueva "evidencia" que le devuelve la confianza, tanto el religioso como el ateo, saben que no van a ningun lado y niegan que el universo y ellos mismos tengan propósito lo cual defienden renegadamente aquelllo que neutraliza toda responsabilidad moral ante una conciencia y justicia superior, aborrecen a la oposición que evidencian la realidad de una vida en la fe, y una base sólida escritural que les da una esperanza.
... en cambio el hombre de fe está seguro sobre el futuro y es inconmovible en cuanto a todo augurio que atemoriza a los que no conocen la Biblia, sabe quien es y adonde va, y que debe hacer cada día, sostiene con seguridad su creencia y esto es llamado fanatismo, cuando no involucra frustración ni autosatisfacción como los fanáticos que creen que vienen de la bestia y o reencarnarán en una, ....