Hola,
sigue el dialogo entre sordos. Es como que uno pregunta en japonés y el otro responde en alemán.
Recuerdo antes de empezar que lo contrario de “creer” es “dudar” y de ninguna manera es eso de “no creer”, como dicen algunos.
La diferencia entre creyente y fanático està en el modo en còmo defienden sus creencias. Asì, cuando el ateo defiende sus creencias en modo desgarbado, maleducado o insultante, demuestra un fanatismo. No es nada màs que una expresión cultural.
Tanto el fanático como el creyente tienen sus convicciones y ninguno cambiarà de idea porque otro le diga que “lo que cree està equivocado” y “lo que creo yo es correcto”; un ateo jamàs cambiarà su creencia porque un religioso le diga que està equivocado….serìa una apoteosis.
Ambos, fanático y creyente, defenderán su posición y será según el modo de hacerlo que definirà su grado de fanatismo. Por ejemplo, Charpe es un creyente fanático porque cree en su ateísmo y lo defiende en modo virulento. Caballero Blanco es un creyente religioso pero moderado y no es fanático.
El grado de educación, cultura e instrucción determinarà si cada creyente escucharà, leerà, explicarà, etc. Un creyente ateo que no haga esto es un fanático tanto como puede serlo un creyente religioso.
Es obvio que es muy difícil entender el sentimiento de otra persona y si un religioso posee millones de evidencias de que Dios existe es porque su sentimiento –su mente- asì lo entiende y asì recibe los mensajes. Un ateo estos mensajes no los puede recibir por un hándicap mental que no le permite interpretar las señales que le llegan.
Me hace acordar de las reuniones de alcohólicos anónimos donde uno habla y los demás escuchan; ¿quién entenderà el mensaje, la importancia de su experiencia o captarà el sacrificio? Si hay uno en la sala que no es alcohólico no entenderà absolutamente nada. No entenderà el papel de tonto que hace al no entender el mensaje.
Con esto quiero decir que Charpe es alcohólico y se la come -como dice mi amigo Chorix.
Saludos.