Y muchos que tuvieron que doblar la rodilla con una espada sobre la cabeza. O con una hoguera destinada a convertirlos en chicharrón. O con unos aparatos de tortura, creados por mentes retorcidas.
Jesus no pidio nada de eso. De esos pecados ellos daran cuenta. Asi como yo dare cuenta de los mios, y tu de los tuyos.
Job 19:25-27
"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios
Al cual veré por mí mismo,Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. "