El efecto de la luna en este planeta existe desde que fue colocada a la distancia exacta en forma de leyes que afectan en relación a la tierra. Y existen leyes inmutables, y de eso el género humano se ha valido para posarse en ella.
Pero la astrología es básicamente politeísta. Se originó en el valle de la Baja Mesopotamia probablemente después del Diluvio, cuando los hombres se apartaron de la adoración pura de Jehová.
Con el tiempo, el nombre caldeo llegó a ser en realidad sinónimo de astrólogo.
En esta pseudociencia de la astrología se creía que sobre cada sección de los cielos regía un dios diferente. Se afirmaba que todos los movimientos y fenómenos celestes, como la salida y la puesta del Sol, los equinoccios y los solsticios, las fases de la Luna, los eclipses y los meteoros, eran obra de estos dioses.
Por lo tanto Loma, con regularidad se tomaba nota de estos movimientos cósmicos, se dibujaban mapas detallados y tablas de ellos, que se usaban para hacer predicciones. Incluso que afectaba el mes que un bebé humano nacía,y como sería den su personalidad, y el destimo que tendría.
Existía la creencia de que todos los asuntos, tanto públicos como privados, los controlaban estos dioses de los cielos. Como consecuencia, no se tomaban decisiones políticas ni militares hasta que los astrólogos leían e interpretaban los agüeros y daban su consejo.
De esta manera la clase sacerdotal llegó a tener un enorme poder e influencia en la vida de la gente. Alegaban poseer un poder y una perspicacia sobrenaturales, así como gran sabiduría. Los babilonios no construían ningún templo importante que no estuviese equipado con un observatorio celeste.