Kike Maracas:

Lo que tienes que entender es que debemos llegar a un equilibrio entre los derechos humanos del delincuente y los de sus víctimas, para así forjar una sociedad sana.

Si sólo nos preocupamos por los derechos del violador, el asaltante o la abortista, y nos importan un rábano sus víctimas, estamos fritos. En mi pueblo eso se llama barbarie.