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Malvado, Pana, Pablo Ramos.
Gracias de corazón!!!
Ustedes saben el motivo.
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Y como a esta "bueya" ningún árbol le va a impedir ver el monte, el hilo continúa.
Uds. Saben que me encanta hablar sobre el mundo empresarial y sus diferentes ramas.
La mayoría de las veces, no se necesita ser una lumbrera, para ver que algunos de estos temas, tienen su paralelismo en otros sectores de nuestro diario vivir.
Van los 7 pecados que un jefe no puede cometer:
Primero: No dar el crédito para quien merece. Los subordinados esperan y ansían reconocimiento y pierden la confianza en aquellos jefes, que se acaparan todos los méritos.
Segundo: No saber evitar los “pegajosos”. Siempre hay por lo menos un subordinado que se “engruda” al jefe. Ya en la primera tentativa, el “encariñoso” debe ser frenado y avisado que el tratamiento será igual para todos.
Tercero: Perder la autoridad. Uno o varios subordinados, siempre testarán al jefe. Atrasando el trabajo o discutiendo sus órdenes. Con suavidad -pero con firmeza- esas personas deben ser avisadas, que el jefe solo será camarada, con quien sepa respetar la jerarquía.
Cuarto: Descartar la omnipresencia y la arrogancia. La mayoría de los subordinados, pueden contribuir con buenas ideas y sugestiones. Saber oír y saber reconocer los propios errores, son dos de las mejores cualidades de un buen jefe.
Quinto: No entender que todos somos diferentes. No hay dos subordinados iguales. Todos reaccionan diferente cuando son exigidos, criticados o elogiados. El jefe debe encontrar la manera correcta, para motivar a cada uno individualmente, sin perder de vista el interés de todo el grupo.
Sexto: Creerse insustituible. El cargo de jefe, no es obra de la Divina Providencia. Es apenas una delegación provisoria y temporaria, concedida por la empresa. Los que se olvidan de esto, son los que caen más rápido.
Séptimo: No dar un buen ejemplo. Por encima de todo lo que el jefe hable, él será evaluado por lo que hace.
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Si9endo jefe solo de mi mismo, no se como coño haré para aplicar los consejos. Diré algo:
1) dar crédito. Pero nunca "todo",siempre guardar un poquito.
2) Correcto. Ahora, si son "encariñadas", observarlas con detenimiento antes de despegarse.
3) Básico: los que estan "serruchando el piso al jefe", a trabajar a la carpintería.
4) como consejo stá bueno, pero la experiencia dice que lo de "saber reconocer lospropios errores", siempre va seguidade un "pero..."justificante.
5) Si uno es jefe,por poner un ejemplo, de una linea de producción de jeans que ocupa 30 mujeres y tiene que motivar a cada una individualmente, se le irá la vida. Lo que tiene que tener -y tener cada una- es claro su trabajo.
6) Dado que el cargo de jefe es "concedido por la empresa",haga lo que la empresa uiere ue haga. Enajénese, verá como la empresa estará convencida que ud. esinsustituíble.
7) Métase en la primera maquina que encuentre, y de el ejemplo. Noimporta si allí dejó cuatro dedos, la emprsa valorará su trabajo...aunque no se en cuanto tasará sus dedos.
Lcda....tiene razón.
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Si Pablo Ramos. No esperaba otro comentario a mi post.
Es solo tener un poco de paciencia. Ya va a llegar tu mundo perfecto.
Es más. Si nos explicaras cual es el que tu estás construyendo, hasta podríamos ayudarte un poco.
Pero como solo escuchamos tus críticas a todo lo que por ahora hay, y no nos muestras tu panacea, no vamos a salir nunca de esto.
Si solo te pasas tirandole piedras al hoy, te quedarás sin material para construir el mañana.
No seas malo.
Cuentanos tus planes.
Queremos ver un nuevo horizonte.
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Test rápido:
En un gallinero hay 30 gallinas.
Un negro lleva 10 gallinas.
¿Cuántas quedaron?
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Cómo me gustaría que estuvieran ahora a mi lado, todos los jueputas que me pusieron impedimentos en mi carrera, piensa el Negro Fernández. Solo él en los controles de aquel moderno bombardero, cargado al máximo de cohetes aire-tierra y poderosísimas bombas.
Su misión además de secreta, era de grandísima responsabilidad y muy peligrosa.
En su adolescencia, se presentó como voluntario en la Fuerza Aérea. Quería estudiar y llegar a ser piloto. Ese era su gran sueño.
En el examen de admisión, ya encontró el primer escollo. Le faltaban tres centímetros de estatura para llegar al mínimo permitido.
No fue aceptado.
Su madre comenzó a trabajar el triple. Además de lavandera, consiguió un empleo de doméstica en la casa del Dotó y luego atendiendo un almacén en otro barrio. Las vitaminas, la academia de gimnasia y una buena alimentación para su hijo, tenían un costo muy alto. Pero ella tenía que ayudarlo para que el próximo año, consiguiera llegar a la estatura necesaria, para que fuera piloto de la Fuerza Aérea Brasilera.
Mientras tanto, el Negro Fernández estudiaba y estudiaba. Matemáticas, historia y física. Escritores nacionales y extranjeros, ya hasta de memoria recitaba sus textos.
En la pantalla aparece el blanco a 100 kilómetros de distancia. Fernández venía volando casi a ras del suelo para no ser detectado por los radares del enemigo. Abre el compartimiento de las bombas, que soltará bien encima de la represa. Exactamente a 10 km. del blanco, lanzará primero sus misiles apuntando bien al medio, para herir su blanco. Las bombas harán el resto.
Fernández se presentó tranquilo al nuevo examen de aptitud física. Había conseguido crecer 2 centímetros arriba del mínimo. Corrió los 1.500 metros en la pista como un gamo. Nadó los 2 mil metros rompiendo casi el récord. Fue un paseo nadar los 100 metros a pulmón, por debajo del agua.
El Negro Fernández estaba apto físicamente para ingresar a la Fuerza Aérea. A la semana siguiente, serían las pruebas orales y escritas sobre conocimiento en todas las materias.
60, 40, 20, 10 kilómetros y el Negro Fernández apretó el botón.
Los 4 misiles salieron simultáneamente y con precisión increíble, acertaron de lleno en la represa. Inmediatamente, observó la pantalla y en 7 segundos tendría que soltar las bombas.
El día del examen, Fernández notó algo raro. Del grupo de aspirantes, solo él fue llamado al escritorio de un teniente y allí se le entregó el formulario con las preguntas para que comenzara ahí mismo a contestarlas.
Ecuaciones de segundo grado...Geometría del espacio...Cosmografía... Pero esto no era lo que había estudiado. Eso no estaba en el programa de pruebas. ¿Qué estaba pasando?
De las 30 preguntas, solo consiguió responder 3 o 4.
Fernández no contuvo las lágrimas.
El altímetro indicaba que estaba volando exactamente como tenía que hacerlo. El GPS le marcaba que estaba en el punto correcto. En el instante que el conteo acabó, el Negro Fernández dejó caer la lluvia de bombas. Dio un giro de 180 grados y observó como el blanco había sido destruido en su totalidad. Era la hora de volver a casa con la satisfacción del deber cumplido.
-Si esos cabrones que no querían que yo fuera piloto, estuvieran ahora mirando esto!!!, pensó con orgullo.
El Teniente se compadeció del llanto tristísimo de Fernández. Salió detrás de su escritorio y le pasó el brazo por arriba del hombro.
-Fernández....Fernández....Le voy a ser bien sincero, aunque le duela lo que le voy a decir. Desista. Puede quedarse en la Fuerza Aérea como mecánico o como instructor físico, pero aquí nunca un negro llegará a ser piloto. No está escrito, pero aquí en Brasil es así. Disculpe...
Una luz roja y una alarma, saca a Fernández de sus pensamientos.
Un caza enemigo está bien atrás de él. Será una batalla desigual. El tiene un avión bombardero, más pesado y lento que el caza que lo persigue. Hace una maniobra de despiste pero no lo consigue. El intuye que ya está a punto de ser derrumbado sobre territorio enemigo. Inventa una maniobra desesperada. Hace como que va a descender, pero aplica toda la fuerza de sus motores y hace un giro totalmente inesperado para el otro piloto. El bombardero parece que se va a quebrar en pedazos por el esfuerzo, pero aguanta. En poquísimos segundos la maniobra da resultado. Fernández ve al enemigo en su frente que todavía no logra salir del asombro.
El negro aprieta el gatillo de sus ametralladoras y el caza desaparece de la pantalla del radar.
-Y esos maricones que decían que no estaba apto para volar!!!
Fernández siente vergüenza de volver a su casa. Vergüenza de su país. De enfrentar a su madre y decirle que todo fue en vano. Y lo que es peor, llega hasta maldecir su color.
Dos nuevas luces aparecen en el radar.
Ya sin combustible ni munición, no podrá dar nueva batalla. Baja la altitud e intenta un aterrizaje forzoso bajo el fuego nutrido del enemigo.
En la pantalla del Negro Fernández, aparece un cartel titilando: Aborted Mission.
Con la camisa mojada de transpiración por el esfuerzo y la tensión, arrastrando los pies y buscando algunas monedas en su bolsillo, le pide a una persona que está detrás de un mostrador:
-Deme otra ficha para el simulador de vuelo.
Ah... si me hubieran dado una oportunidad...!!!
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Si respondió 20 gallinas, Ud. es un racista digno del KKK
Si respondió 40, o Ud. es negro o no es racista
Acaso el negro no pudo haber llevado 10 gallinas, para adentro del gallinero?
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Última edición por EsquizOfelia; 31-jul.-2008 a las 20:01
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Si Sr. Pablo Ramos. No esperaba otro comentario a mi post.
Es solo tener un poco de paciencia. Ya va a llegar su mundo perfecto.
Es más. Si nos explicara cual es el que Ud. estás construyendo, hasta podríamos ayudarle un poco.
Pero como solo escuchamos sus críticas a todo lo que por ahora hay, y no nos cuenta sobre su panacea, no vamos a salir nunca de esto.
No sea malo...
Cuentenos sus planes. Con que cambios vamos a salir beneficiados.
Queremos ver un nuevo horizonte.
Porque me imagino que no será de los que solo se quejan, sin dar opciones alternativas para mejorar, verdad? No lo creo capaz de ese facilismo.
Además Ud. es inteligente como para no pasarse tirándole piedras al hoy, y quedarse sin material para construir su (nuestro) nuevo mañana, no?
Cuénteme...Soy todo oidos. (ojos, mejor dicho).
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Iniciado por
EsquizOfelia
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Cómo me gustaría que estuvieran ahora a mi lado, todos los jueputas que me pusieron impedimentos en mi carrera, piensa el Negro Fernández. Solo él en los controles de aquel moderno bombardero, cargado al máximo de cohetes aire-tierra y poderosísimas bombas.
Su misión además de secreta, era de grandísima responsabilidad y muy peligrosa.
En su adolescencia, se presentó como voluntario en la Fuerza Aérea. Quería estudiar y llegar a ser piloto. Ese era su gran sueño.
En el examen de admisión, ya encontró el primer escollo. Le faltaban tres centímetros de estatura para llegar al mínimo permitido.
No fue aceptado.
Su madre comenzó a trabajar el triple. Además de lavandera, consiguió un empleo de doméstica en la casa del Dotó y luego atendiendo un almacén en otro barrio. Las vitaminas, la academia de gimnasia y una buena alimentación para su hijo, tenían un costo muy alto. Pero ella tenía que ayudarlo para que el próximo año, consiguiera llegar a la estatura necesaria, para que fuera piloto de la Fuerza Aérea Brasilera.
Mientras tanto, el Negro Fernández estudiaba y estudiaba. Matemáticas, historia y física. Escritores nacionales y extranjeros, ya hasta de memoria recitaba sus textos.
En la pantalla aparece el blanco a 100 kilómetros de distancia. Fernández venía volando casi a ras del suelo para no ser detectado por los radares del enemigo. Abre el compartimiento de las bombas, que soltará bien encima de la represa. Exactamente a 10 km. del blanco, lanzará primero sus misiles apuntando bien al medio, para herir su blanco. Las bombas harán el resto.
Fernández se presentó tranquilo al nuevo examen de aptitud física. Había conseguido crecer 2 centímetros arriba del mínimo. Corrió los 1.500 metros en la pista como un gamo. Nadó los 2 mil metros rompiendo casi el récord. Fue un paseo nadar los 100 metros a pulmón, por debajo del agua.
El Negro Fernández estaba apto físicamente para ingresar a la Fuerza Aérea. A la semana siguiente, serían las pruebas orales y escritas sobre conocimiento en todas las materias.
60, 40, 20, 10 kilómetros y el Negro Fernández apretó el botón.
Los 4 misiles salieron simultáneamente y con precisión increíble, acertaron de lleno en la represa. Inmediatamente, observó la pantalla y en 7 segundos tendría que soltar las bombas.
El día del examen, Fernández notó algo raro. Del grupo de aspirantes, solo él fue llamado al escritorio de un teniente y allí se le entregó el formulario con las preguntas para que comenzara ahí mismo a contestarlas.
Ecuaciones de segundo grado...Geometría del espacio...Cosmografía... Pero esto no era lo que había estudiado. Eso no estaba en el programa de pruebas. ¿Qué estaba pasando?
De las 30 preguntas, solo consiguió responder 3 o 4.
Fernández no contuvo las lágrimas.
El altímetro indicaba que estaba volando exactamente como tenía que hacerlo. El GPS le marcaba que estaba en el punto correcto. En el instante que el conteo acabó, el Negro Fernández dejó caer la lluvia de bombas. Dio un giro de 180 grados y observó como el blanco había sido destruido en su totalidad. Era la hora de volver a casa con la satisfacción del deber cumplido.
-Si esos cabrones que no querían que yo fuera piloto, estuvieran ahora mirando esto!!!, pensó con orgullo.
El Teniente se compadeció del llanto tristísimo de Fernández. Salió detrás de su escritorio y le pasó el brazo por arriba del hombro.
-Fernández....Fernández....Le voy a ser bien sincero, aunque le duela lo que le voy a decir. Desista. Puede quedarse en la Fuerza Aérea como mecánico o como instructor físico, pero aquí nunca un negro llegará a ser piloto. No está escrito, pero aquí en Brasil es así. Disculpe...
Una luz roja y una alarma, saca a Fernández de sus pensamientos.
Un caza enemigo está bien atrás de él. Será una batalla desigual. El tiene un avión bombardero, más pesado y lento que el caza que lo persigue. Hace una maniobra de despiste pero no lo consigue. El intuye que ya está a punto de ser derrumbado sobre territorio enemigo. Inventa una maniobra desesperada. Hace como que va a descender, pero aplica toda la fuerza de sus motores y hace un giro totalmente inesperado para el otro piloto. El bombardero parece que se va a quebrar en pedazos por el esfuerzo, pero aguanta. En poquísimos segundos la maniobra da resultado. Fernández ve al enemigo en su frente que todavía no logra salir del asombro.
El negro aprieta el gatillo de sus ametralladoras y el caza desaparece de la pantalla del radar.
-Y esos maricones que decían que no estaba apto para volar!!!
Fernández siente vergüenza de volver a su casa. Vergüenza de su país. De enfrentar a su madre y decirle que todo fue en vano. Y lo que es peor, llega hasta maldecir su color.
Dos nuevas luces aparecen en el radar.
Ya sin combustible ni munición, no podrá dar nueva batalla. Baja la altitud e intenta un aterrizaje forzoso bajo el fuego nutrido del enemigo.
En la pantalla del Negro Fernández, aparece un cartel titilando: Aborted Mission.
Con la camisa mojada de transpiración por el esfuerzo y la tensión, arrastrando los pies y buscando algunas monedas en su bolsillo, le pide a una persona que está detrás de un mostrador:
-Deme otra ficha para el simulador de vuelo.
Ah... si me hubieran dado una oportunidad...!!!
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es una hueva tremenda leer esto....en los primeros se nota que no tiene nada de interesante.... o si?.....
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Estimada excma.lcda.,poco y nada interesante. Ud.tiene menos sentido del humor que un alicate para uñas. Pero bueno, hoy ando de buenas, así que no haré ningun cuerpo a cuerpo que por lo que veo y leo ya tiene bastantitos. Y parecen nuevos nubarrones en el horizonte del negro fernandez. Pero no se aflija,la vida es así. En mi caso, puede simplemente obviar lo que posteo y chau. No obstante, creame que algún dia conocerá mi panacea, se la contaré como en sueños, y ya verá, ya verá...
Y fijese como andaré de buenas, que anoche me estaba acordando de un amigo de Londres, provincia de Catamarca, que me contaba de sus pagos, y me salió un cuentito. ¿Se lo cuento?
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