Mateo 27:57)
Hacia el final de la tarde, llegó un hombre rico
de Arimatea que se llamaba José y
que también se había hecho discípulo de Jesús.
Y dale siempre con lo mismo.
José de Arimatea le cedió su sepulcro a Jesucristo pero no habla nada más.
Ya te dije en una ocasión que no se puede seguir a Jesucristo y no repartir los bienes.
Sólo haces con estas cosas que te
descubramos cada día más, es peor para ti .