Lo que hacemos los médicos es probarlo, no inventarlo. Ya se levantan gracias a exoesqueletos que comunican neuronas cerebrales con movimiento.
No le pedimos permiso a tu dios, tampoco le pedimos permiso para trasplantar órganos de un ser humano a otro. Tampoco para colocar válvulas coronaria mecánicas o de cerdo en miles y miles de pacientes cada año, ni para crear nuevas vidas tanto de animales como de personas en laboratorios sin tener que tirar de vírgenes ni de vientres de alquiler, implantamos ya óvulos fecundados, clonamos, tenemos placentas artificiales, y podemos retirar enfermedades congénitas de la cadena de ADN.
Hacemos, no inventamos y no pedimos permiso ni hacemos escrituras sagradas para que nos adoren.